Con el uso cada vez más habitual de vehículos eléctricos en todo el mundo, una de las dudas más frecuentes entre los conductores es cuánto puede llegar a costar cargar un coche eléctrico desde casa.
Y en esa cuestión precisamente se ahonda en estas líneas: ¿cuánto puede realmente costar cargar del todo un coche eléctrico en casa? ¿Se invierte mucho tiempo? ¿Qué diferencia hay entre usar una estación de carga en casa y una pública?
¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico desde casa?
El coste de cargar un coche eléctrico en casa depende de varios factores: si hablamos de dinero, el precio de la electricidad es lo que más va a influir en el coste, pero si hablamos de tiempo, la capacidad de la batería del vehículo y las prestaciones del cargador usado son los aspectos que más tienen que decir.
Para hacer una estimación aproximada del coste de cargar un coche eléctrico en casa, primero es necesario conocer algunos datos clave:
- Capacidad de la batería. Generalmente, los vehículos eléctricos tienen baterías con una capacidad que oscila entre los 40 kWh y 100 kWh. Esto es lo que define cuánta energía es necesaria para una carga completa.
- Precio de la electricidad. En muchos países, el precio de la electricidad se mide en kilovatios hora (kWh). Dependiendo de la tarifa que tengas contratada, este precio puede variar. Por ejemplo, en España, el precio promedio de la electricidad para los hogares ronda entre 0,15 y 0,20 € por kWh, dependiendo de la hora del día y la compañía eléctrica.
- Consumo del coche. Este suele estar entre los 15 y 20 kWh por cada 100 kilómetros recorridos, aunque esto puede variar según el modelo del coche y el estilo de conducción.
Imaginemos que se tiene un coche eléctrico con una batería de 50 kWh y el precio promedio de la electricidad en el hogar es de 0,18€ por kWh. Para una carga completa, el cálculo sería el siguiente:
50 kWh (capacidad de la batería) x 0,18€ (precio por kWh) = 9€ por cada carga completa.
Si el coche tiene una autonomía de 300 kilómetros con una carga completa, esto significa que costaría aproximadamente 3€ por cada 100 kilómetros.
El factor tiempo: ¿Cuánto tiempo toma cargar en casa?

Uno de los aspectos menos comentados, pero que también influye en la decisión de cargar en casa o en un punto público, es el tiempo de carga. Este puede variar dependiendo del tipo de cargador que se tenga instalado en casa. Existen dos opciones principales:
- Carga lenta (con enchufe convencional). Usar un enchufe doméstico estándar (220 V) puede ser la opción más sencilla, pero también la más lenta. Dependiendo del coche, cargar una batería completa puede tardar entre 10 y 20 horas.
- Cargador de pared (wallbox). Este es un dispositivo diseñado específicamente para cargar coches eléctricos en menos tiempo. Dependiendo de su capacidad (3,7 kW, 7,4 kW, etc.), la carga completa puede tardar entre 4 y 8 horas.
Si no se dispone de cargador propio en casa y se depende enteramente de un cargador público, el tiempo que transcurre desde que se empieza a buscar uno hasta que se puede hace ruso de él puede hacer totalmente descartable en algunas zonas hacer uso de estaciones públicas de carga. Además, estos cargadores pueden tener tiempos de carga más largos dependiendo de su ubicación y la cantidad de usuarios que lo utilicen.
Como uno de los principales fabricantes de cargadores inteligentes para coches eléctricos e híbridos enchufables 100% Made in Spain, recurrir a WOLTIO es la mejor opción para disponer del mejor cargador de uso residencial.
En total, son cuatro los modelos de la familia de cargadores inteligentes de woltio.com: WOLTIO SELECT, WOLTIO PRO, WOLTIO PLUS y WOLTIO PLUG.
¿Qué compensa más: usar un cargador público o uno propio en casa?
Una de las decisiones más importantes para los conductores de vehículos eléctricos es si conviene más instalar un cargador propio en casa o depender de la infraestructura pública de cargadores. Aunque la infraestructura de cargadores públicos está en crecimiento, sigue habiendo una serie de limitaciones.
Entre las ventajas de tener un cargador propio en casa, se encuentran:
- Comodidad y ahorro de tiempo. Al tener un cargador en casa, puedes cargar el coche mientras duermes o mientras realizas otras tareas. No necesitas salir a buscar un cargador público ni preocuparte por si estará disponible o no. Además, evitas el tiempo de espera en las estaciones públicas, lo que puede sumar horas en tu día a día.
- Costes más bajos. Aunque algunos puntos de carga pública son gratuitos, en muchas áreas, el coste de cargar en una estación pública es más alto que hacerlo en casa. Algunos cargadores públicos aplican tarifas más elevadas por el uso de su infraestructura, y esto puede hacer que cargar fuera de casa sea más caro a largo plazo.
- Mayor control sobre el proceso de carga. Al tener un cargador en casa, puedes controlar cuándo y cómo se carga tu coche. Puedes aprovechar las tarifas eléctricas nocturnas, que suelen ser más económicas en muchos países. Esto te permite optimizar aún más el coste de la carga.
- Menor desgaste de la batería. Los cargadores de alta potencia en estaciones públicas pueden reducir el tiempo de carga, pero a largo plazo podrían afectar la vida útil de la batería de tu coche. Al usar un cargador residencial con menos potencia, la batería se carga de manera más lenta y uniforme, lo que puede ser beneficioso para su durabilidad.
Pero también hay que tener en cuenta que existen varias limitaciones en lo que al uso de cargadores públicos se refiere. Entre las más importantes, se encuentran:
- Tiempo de búsqueda. En áreas con poca infraestructura de cargadores, puede ser un desafío encontrar uno disponible, lo que genera una pérdida considerable de tiempo.
- Costes variables. Los precios en los cargadores públicos pueden ser impredecibles y, en algunas zonas, bastante más altos que la tarifa eléctrica de tu hogar.
- Riesgo de averías o congestión. Los cargadores públicos, especialmente en áreas muy transitadas, pueden estar ocupados o fuera de servicio, lo que puede generar complicaciones si tienes una necesidad urgente de carga.